Los sistemas de punto de venta han adquirido gran trascendencia en el sector comercial.
De hecho, el punto de venta —como lugar en el que los clientes realizan el pago de los productos que quieren adquirir— es básico para cualquier negocio.
Esto implica que sea necesaria una gestión eficiente del PDV, si lo que pretendes es alcanzar el éxito en tu empresa.
No te pierdas este artículo en el que, además de ofrecerte una sencilla definición sobre qué es un punto de venta, también vamos a hablarte de los principales beneficios de gestionarlo bien, junto con los diferentes tipos de TPV que pueden verse en el sector.
¿Te quedas con nosotros? Pues vamos al tema.
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De forma resumida podemos decir que un punto de venta es el lugar en el que se ejecuta una transacción comercial.
Pero con esta definición sobre qué es un punto de venta nos quedaríamos un poco cortos, porque el concepto se ha expandido mucho a medida que el comercio electrónico ha ido ampliando su volumen de negocio.
Por eso, ahora es mejor decir que un punto de venta (PDV) es un espacio físico o virtual en el que los consumidores realizan sus compras de productos o servicios.
Por lo tanto, un PDV puede ser el espacio acotado para las cajas de un supermercado donde se paga la compra de la semana, un quiosco en el que se adquiere el periódico, una tienda online para comprar zapatillas de deporte o el pequeño trozo de playa en el que un vendedor ambulante te vende unos trozos de coco a cambio de una pequeña cantidad monetaria.
Con esta definición de punto de venta seguro que ya vas comprendiendo que se trata de cualquier lugar en el que un consumidor puede comprar los productos y servicios que necesita.
Pero vamos a ver cuál es la principal diferencia entre los puntos de venta tradicionales, de toda la vida, y los puntos de venta más frecuentes hoy en día:
Ya sea de una forma o de otra, es importante contar con un sistema de punto de venta eficiente, que genere la mejor experiencia de compra posible a todos los clientes.
Los sistemas de punto de venta tienen que ser gestionados de un modo correcto para que se obtenga el máximo rendimiento de esa estructura comercial.
Pero si todavía tienes dudas sobre si tú necesitas o no un gestor de punto de venta, aquí te mostramos cuáles son los beneficios más interesantes de una gestión eficiente.
Un sistema PDV bien gestionado va a mejorar notablemente la experiencia de compra del cliente, algo que repercute directamente en una mayor cantidad de ventas.
Lo entenderás mejor con un ejemplo: si los clientes navegan de manera más intuitiva por tu página web, encontrarán con más facilidad los productos que necesitan.
Y si los productos cuentan con buenas descripciones e imágenes de calidad, muy probablemente los compradores se sentirán más atraídos por ellos.
Además de todo lo anterior, cuando la página de pagos es sencilla de manejar y permite pagar sin problemas y con rapidez, se van a culminar sin problemas muchas ventas. Por no hablar de que la probabilidad de que haya carritos abandonados disminuirá mucho.
Y si todo lo anterior fuera poco, cabe añadir que esta experiencia de compra mejorada permitirá que los clientes repitan sus pedidos con más frecuencia.
De esta forma queda claro que un sistema de PDV moderno y ágil debe permitir opciones de pago flexibles, a través del móvil, con tarjetas de crédito, en efectivo, mediante transferencia, contra reembolso, etc.
Otro beneficio de una eficaz gestión del punto de venta es que se favorece la fidelización de clientes.
En el punto anterior vimos que las experiencias de compra positivas generan más ventas.
¡Y encima vinculan a los compradores con la tienda!
Junto a eso, una gestión de PDV correcta también permite implementar con soltura programas de fidelidad y aplicar descuentos especiales durante las campañas promocionales.
Por ejemplo: para registrar los puntos de fidelidad generados con cada pedido es necesario disponer de un software de punto de venta conectado a la base de datos de clientes.
Otro beneficio añadido para fidelizar clientes lo encontramos en estas aplicaciones TPV que realizan una gestión integral y que permiten, por ejemplo, enviar emails de seguimiento personalizado tras la compra (lo cual aumenta asimismo la fidelidad a la marca, con lo que es más probable que el cliente repita pedido).
La gestión del punto de venta puede ayudarte mucho a mejorar tu imagen de marca, algo básico para atraer a más clientes y generar un mayor número de ventas.
Esto es así por los siguientes motivos:
Con un gestor de punto de venta orientado a la eficiencia vas a optimizar y mejorar mucho tus procesos de venta.
Tus procesos de venta van a ser más fluidos, con lo que podrás acelerarlos para reducir los tiempos de espera en la cola.
Además, el software de punto de venta te ayudará a realizar un seguimiento de las ventas y a administrar el inventario en tiempo real.
Con un terminal punto de venta puedes ver fácilmente qué productos son los que están vendiéndose mejor y cuáles tienen menos demanda.
En función de esos datos, tomarás decisiones más razonadas respecto a tu catálogo de producto, para determinar qué productos potenciar mediante publicidad en Instagram Ads o implementando promociones puntuales.
Incluso contarás con herramientas para decidir si retiras algún producto cuando compruebes que no tiene la demanda necesaria.
Por último, cabe destacar que un TPV también es ideal para gestionar los pagos, las devoluciones y las sustituciones de producto, lo cual optimiza mucho el proceso de ventas.
El sistema de punto de venta se basa en una serie de dispositivos conectados entre sí.
Si, por ejemplo, dispones de un lector de código de barras, de una caja registradora, y de varios ordenadores e impresoras, cuando se realice una transacción todo el sistema de información se actualizará de forma sincronizada.
Esto quiere decir que, cuando llega un nuevo producto al almacén, este se escanea con el lector de código de barras y pasa a formar parte de tu inventario.
Y una vez que se vende, no solo es posible generar un ticket de venta —que servirá para hacer el arqueo de caja—, sino que además en tu inventario se contabiliza que hay una unidad menos de ese producto.
Una información que podrás consultar directamente en cualquiera de las computadoras sin tener que acceder físicamente a la caja registradora.
Gracias a eso, el flujo de trabajo será mucho más rápido y sencillo de gestionar.
Ya habrás leído a lo largo de este artículo en varias ocasiones el término TPV.
Incluso es posible que te preguntes qué es terminal punto de venta (TPV).
Pues antes de desgranar los diferentes tipos de TPV que existen, vamos a detenernos brevemente en la propia definición de TPV.
Un terminal punto de venta (TPV) es un dispositivo electrónico que permite gestionar las ventas que se generan en un punto de venta físico de forma rápida y eficiente.
No obstante, esta definición se ha ampliado en paralelo a la expansión del comercio electrónico, para incluir también los TPV virtuales, como herramientas digitales que ayudan a la gestión de una tienda online.
Un terminal punto de venta es fundamental para cualquier negocio abierto al público, pues permite mantener un control preciso del inventario, además de registrar las transacciones de venta en tiempo real.
Los TPV son sistemas de punto de venta que facilitan las operaciones de compra-venta gracias a sus funcionalidades de valor añadido. Por eso, tanto los dispositivos electrónicos como los software de punto de venta, son capaces de:
La oferta de TPVs ha aumentado bastante, con lo que es fácil encontrar un dispositivo que se adapte a las necesidades específicas de cada negocio.
Igual que cada vez es más frecuente ver, por ejemplo, en un restaurante a los camareros tomando las comandas con un dispositivo electrónico, también es fácil ver que las cajas registradoras usan software de punto de venta adaptado a las necesidades específicas de cada establecimiento.
Para que entiendas mejor la amplia gama existente, vamos a hacer una clasificación de TPVs en relación al tipo de dispositivo físico que se usa:
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