Abrir y mantener una tienda online conlleva una gran cantidad de tareas, gestiones y cuestiones a tener en cuenta.
Uno de los temas que a menudo no recibe toda la atención que debería es la seguridad, y se trata de un aspecto crucial que es necesario cuidar en el mantenimiento de un negocio online.
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La importancia de la seguridad en un ecommerce tiene dos direcciones: hacia el propietario y hacia el cliente. Cualquier vulnerabilidad y posterior problema de seguridad puede tener consecuencias de mayor y menor gravedad, en aspectos como lo económico y la reputación.
Disponer de medidas de seguridad solventes nos permitirá no solo tener total tranquilidad al saber que nuestro sitio web y nuestro stock estarán a salvo, sino también inspirar mayor confianza entre nuestros clientes actuales y potenciales. Es por ello que la seguridad tiene una relación directa con la reputación de una tienda online.
Existen diferentes amenazas que pueden poner en jaque la seguridad de un ecommerce. Algunos de los principales riesgos que implican las amenazas de seguridad más comunes son:
Algunas amenazas llegan a convertirse en robos de datos bancarios que pueden afectar a plataformas y usuarios. Del mismo modo, aquellos ataques destinados a impedir el funcionamiento de la tienda online, harán que el negocio pierda dinero.
Es la consecuencia más común en los ataques cibernéticos. Los responsables buscan acceder a datos personales y bancarios para sustraerlos y usarlos de manera fraudulenta.
Los problemas de seguridad y sus consecuencias para los usuarios conllevan irremediablemente un daño a la reputación de la marca, ya que el usuario pierde la confianza.
Hay ataques que buscan perjudicar al funcionamiento del sitio web en cuestión, provocando su desactivación durante horas e incluso días.
Garantizar la seguridad en un ecommerce tiene cuatro principales funciones:
Entre las amenazas que más habitualmente afectan a sitios web de comercio electrónico se encuentran:
Se accede a la cuenta de un cliente, modificando su información y utilizándola con fines fraudulentos.
Se utiliza el nombre de la empresa en comunicaciones aparentemente oficiales que esconden una amenaza de ciberseguridad (por ejemplo, buscando que el usuario haga clic en un enlace que le introduzca un virus o que deje datos personales).
Acciones destinadas a vulnerar la seguridad de las contraseñas con el objetivo de destaparlas y poder tomar el control de la cuenta de un usuario de forma fraudulenta. Puede ocurrir si la contraseña en cuestión no es lo suficientemente fuerte o si no se han activado otras medidas de seguridad.
Se trata de ataques dirigidos al servidor que aloja una tienda online, y cuyo objetivo principal es dejarla inoperativa.
Son ataques destinados a alterar o modificar el contenido de la web, con fines fraudulentos.
Infestación de la plataforma con algún tipo de virus, ransomware, troyano o similar, que puede afectar tanto al propietario del ecommerce como a los usuarios, y puede tener consecuencias como la pérdida de datos personales o el uso fraudulento de los mismos, incluso dañar los dispositivos en los que se alojen.
Este tipo de amenaza afecta al vendedor. En este fraude, el comprador inicia la transacción con el objetivo de quedarse el producto a coste cero. Para ello cancela la operación desde su banco indicando que se trata de una transacción no autorizada.
Es totalmente posible protegerse frente a estas amenazas llevando a cabo diferentes acciones de mayor y menor complejidad. El foco debe estar siempre puesto en la prevención e identificación de problemas de seguridad, de este modo evitaremos que se produzcan.
Algunas de las medidas que podemos implementar son:
Al implementar el certificado SSL en nuestro sitio web estaremos indicando que se trata de un sitio seguro. Afecta al posicionamiento de la web en buscadores.
Frente al protocolo http, el https indica un mayor nivel de seguridad que tendrán en cuenta tanto los usuario como los motores de búsqueda. Es un factor que también afecta al posicionamiento de la web.
Una medida de seguridad clave y cada vez más habitual es poner filtros en el proceso de creación de contraseña de cada usuario. De este modo, cada vez que un nuevo cliente se dé de alta en el sistema y tenga que crear una contraseña, solo se permitirán contraseñas lo suficientemente seguras. Habitualmente los filtros requeridos para una contraseña segura incluyen elementos como mayúsculas, minúsculas, números y símbolos, además de una extensión determinada.
Asimismo, es recomendable actualizar la contraseña periódicamente y evitar usar una misma contraseña en diferentes sitios web.
Un software obsoleto es una puerta de entrada muy habitual para diferentes tipos de malware y otras amenazas. En el caso de los gestores de contenido, por ejemplo, es de vital importancia mantener actualizados a sus últimas versiones tanto las propias herramientas como los plugins utilizados, para evitar que surjan vulnerabilidades y brechas de seguridad.
Incluir elementos adicionales para reforzar la seguridad en los inicios de sesión es una práctica cada vez más extendida. La llamada autenticación en dos factores consiste en introducir una verificación adicional en el proceso de inicio de sesión. Habitualmente el usuario recibe un código por SMS o a través de aplicación que tendrá que introducir para completar su acceso.
Otra medida de prevención que podemos llevar a cabo es asignar concienzudamente los permisos que otorgamos a cada usuario. Utilizando permisos limitados en lugar de totales cuando sea suficiente podremos proteger un sitio web de potenciales malas prácticas voluntarias o involuntarias.
Una de las medidas más importantes es cuidar el almacenamiento y tratamiento de los datos personales de los usuarios de la plataforma. Por ende, es siempre recomendable contar con protocolos que garanticen la seguridad de estos datos.
En un ecommerce se almacena un gran volumen de datos: la oferta de productos, la información, las herramientas necesarias y principalmente los datos de los propios usuarios son activos que hay que gestionar y proteger.
Cualquier usuario de la página, en el momento en que deja sus datos personales, aunque no se convierta en cliente, pasa a formar parte de la base de datos. Sus datos entonces se convierten en una responsabilidad para el propietario del sitio web.
Todo negocio online debe cumplir una serie de requisitos y normativas por el hecho de gestionar datos personales. En concreto, en España, estas normativas son:
Los principales requisitos que debe cumplir un ecommerce siguiendo las indicaciones de estas normativas son, por un lado, solicitar consentimiento expreso del usuario para gestionar sus datos personales y, por otro, mostrar de manera muy visible en la página web toda la información relativa a la política de privacidad, política de cookies y aviso legal.
Estos tres documentos son esenciales en cualquier sitio web y tienen que estar debidamente cumplimentados y disponibles para la consulta de todos los usuarios.
La encriptación o cifrado de datos es un requisito básico para cualquier sitio web que opere con información sensible y datos personales.
Los diferentes tipos de encriptación y cifrado disponibles permiten filtrar la información que se muestra, de tal forma que no quede visible al público y por lo tanto esté protegida.
La política de privacidad, como ya se ha mencionado anteriormente, es un documento imprescindible que debe estar siempre a disposición de los usuarios de un sitio web. Debe exponer claramente las medidas de privacidad que apliquen en el caso correspondiente, para que el usuario esté debidamente informado al respecto.
Salvaguardar la seguridad para vendedor y comprador es beneficioso para ambas partes, y necesario. La prevención de fraude es esencial en el funcionamiento de cualquier ecommerce.
Para ayudarnos en esta tarea, existen herramientas inteligentes que pueden implementarse y que rastrearán la actividad de la tienda online identificando aquellas actividades sospechosas que potencialmente puedan indicar fraude.
No obstante, algunos pasos que podemos seguir para identificar y prevenir posibles fraudes en nuestra tienda online son:
Estos factores, entre otros, nos pueden servir de indicador para identificar posibles acciones fraudulentas en nuestro ecommerce.
Podemos, además, educar a nuestros clientes divulgando sobre la importancia de las medidas de seguridad. Para ello podemos utilizar los canales de comunicación que tengamos disponibles, como redes sociales, correo electrónico y comunicaciones promocionales. También podemos crear una guía básica de seguridad para nuestros clientes, con indicaciones como los elementos necesarios para crear una contraseña segura, el mantenimiento de dicha contraseña, y buenas prácticas recomendadas para favorecer la seguridad.
Además de cumplir con la normativa vigente en materia de protección de datos, debemos asegurarnos de mantener a buen recaudo la información que manejemos en nuestro negocio, ya que es uno de los activos más importantes.
Esto implica almacenarla y clasificarla de manera segura y eficiente, y también asegurarnos de que no se pierda y sea recuperable en caso de cualquier problema.
Hacer copias de seguridad de la información periódicamente es un hábito recomendable para asegurarnos de conservar los datos de valor. De este modo, en caso de que surja cualquier problemática en nuestro sitio web o sistemas informáticos, dispondremos de una copia que podremos restaurar, y de ese modo la información no se perderá.
Merece la pena, del mismo modo, valorar seguir un protocolo de recuperación de datos con pasos a seguir en estos casos. La información está directamente relacionada con el buen funcionamiento del negocio, y debemos salvaguardarla a cualquier precio.
Al igual que cuando hablamos de estrategias de marketing y ventas, en el caso de la seguridad el análisis es un gran aliado para tomar decisiones.
Llevar a cabo auditorías y evaluaciones del estado de seguridad de un ecommerce será el mejor termómetro para saber en qué estado se encuentra y qué medidas tomar.
Es buena idea realizar estos estudios tanto en un inicio, para obtener un diagnóstico de seguridad que nos dé una guía de actuación, como posteriormente de manera periódica, para supervisar la buena salud de la seguridad de nuestro ecommerce.
Una buena forma de evaluar la seguridad de un ecommerce es poner a prueba su nivel de protección frente a amenazas externas. Es posible simular un ataque fraudulento para estudiar qué efecto tiene y si consigue llevarse a cabo o, por el contrario, la seguridad actual del sitio web lo frena.
Los resultados de esta iniciativa nos servirán de medida para ver el nivel de seguridad de nuestro ecommerce.
El objetivo principal de estas pruebas, como ocurre cuando analizamos el rendimiento de una campaña publicitaria, es sacar conclusiones y actuar en consecuencia.
Mediante la evaluación y puesta a prueba de los sistemas de seguridad actuales de nuestro ecommerce tendremos una respuesta muy clara y sabremos si la protección es suficiente o es necesario reforzarla. De ser necesario un refuerzo, además sabremos cómo, dónde y de qué manera aplicarlo.
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