En los sectores de moda, calzado y cosmética, la falta de stock en línea alcanza de media el 22 % al inicio de la temporada y hasta el 41 % durante las rebajas. Es un problema grave, sobre todo si se tiene en cuenta que el 38 % de los clientes es menos propenso a comprar de nuevo en una marca tras experimentar un producto agotado. Dicho de otro modo, ship from store va más allá de la logística: es una estrategia minorista integral que convierte las tiendas físicas en mini centros de distribución.
Al implantar esta estrategia, podrías ver un retorno inmediato de la inversión con un crecimiento de las ventas en línea de hasta un 30 %. Además, enviar los productos directamente desde las tiendas reduce los costes de transporte y la necesidad de espacio de almacenamiento, al aprovechar el inventario disponible y la proximidad al cliente. El resultado es una preparación de pedidos más rápida, de modo que los clientes pueden recibir sus compras incluso al día siguiente.
Durante la pandemia, el auge de las compras por Internet obligó a los puntos de venta físicos a adaptarse y hacer sus productos más accesibles. Tanto si diriges una pequeña boutique como una cadena de tiendas, esta guía te ofrece todo lo que necesitas para implantar con éxito el modelo ship from store en tu negocio.
La estrategia ship from store transforma radicalmente el panorama minorista tradicional, creando un modelo híbrido que integra los mundos físico y digital. No se trata solo de logística: redefine por completo el papel de las tiendas y del personal de ventas.
Con el ship from store, las tiendas físicas se convierten en auténticos mini hubs logísticos. Cada punto de venta actúa como almacén de proximidad, participando activamente en la preparación de pedidos en línea. Así se aprovecha al máximo la red de tiendas existente, transformándolas en “almacenes de barrio”.
Las ventajas logísticas son inmediatas: al enviar desde la tienda más cercana al cliente se reducen de forma significativa los gastos de transporte. Para pedidos voluminosos o envíos internacionales, los ahorros pueden ser sustanciales; no en vano el grupo IDKIDS gestiona el 100 % de sus pedidos web internacionales mediante ship from store.
Gracias a la cercanía de las tiendas, los clientes reciben sus pedidos en solo uno o dos días laborables. Esta proximidad geográfica permite ofrecer plazos de entrega muy competitivos, lo que supone una ventaja frente a la competencia.
No obstante, esta transformación exige reconfigurar el espacio comercial, destinando zonas a la preparación y salida de pedidos digitales. Algunos minoristas incluso exploran el concepto de dark store, almacenes ubicados en zonas céntricas desde los que se realizan entregas ultrarrápidas.
Adoptar el ship from store implica una evolución sustancial de las competencias del personal. Los vendedores tienen que equilibrar su misión principal—atender al cliente en la tienda—con nuevas responsabilidades logísticas.
En concreto, el personal debe:
La formación, por tanto, es clave. Los empleados necesitan capacitación para gestionar todo el flujo: recepción de pedidos omnicanal, selección de artículos, preparación de paquetes e impresión de etiquetas.
Un aspecto interesante es que el ship from store puede motivar al personal: muchos retailers asignan la venta a la tienda que envía el artículo, lo que ayuda a alcanzar los objetivos comerciales, algo especialmente ventajoso para los puntos de venta en ubicaciones menos estratégicas.
Además, en los momentos de poca afluencia, el ship from store garantiza que el personal se mantenga productivo preparando pedidos en línea.
Los beneficios del ship from store van mucho más allá de la optimización logística: aportan una ventaja competitiva medible que afecta directamente a la facturación, la gestión del inventario y la sostenibilidad.
Al enviar desde una tienda cercana al destinatario, se acortan considerablemente los tiempos de envío, e incluso se puede ofrecer entrega el mismo día. Los compradores reciben sus pedidos mucho antes que con los envíos desde un almacén central.
Esta rapidez tiene un impacto directo en las ventas: el 44 % de los compradores en línea abandona el carrito por plazos de entrega excesivos. Ofrecer envíos rápidos gracias al ship from store aumenta la tasa de conversión.
Los retailers que implantan ship from store suelen registrar aumentos del 25-30 % en la facturación en línea; en casos excepcionales, hasta un 300 %. Dos factores explican este salto:
En primer lugar, se reducen drásticamente los stock-outs. Normalmente, entre el 20 y el 30 % de los artículos de un e-commerce están agotados en un momento dado. Con ship from store, este porcentaje cae al 12 % frente al 31 % de media del sector.
En segundo lugar, mejora la rotación de inventario: se venden más artículos a precio completo y se reducen los descuentos de fin de temporada. De hecho, el 60 % de todas las ventas de fin de temporada proceden de pedidos ship from store, lo que optimiza la gestión de stock y aumenta el margen.
La sostenibilidad es ya un factor diferenciador fundamental. Al utilizar las tiendas como puntos de envío, se reduce notablemente la huella de carbono de cada entrega.
Las rutas más cortas disminuyen las emisiones de CO₂ y facilitan la adopción de opciones de última milla ecológicas, como repartidores en bicicleta o vehículos eléctricos.
Esto no solo es ético: el 70 % de los consumidores prefiere marcas con un compromiso ambiental real. Ship from store se convierte así en ventaja competitiva y herramienta de fidelización.
Ship from store no es automáticamente rentable para todos. Debes analizar varios factores para confirmar que los beneficios compensarán el coste de implantación.
Evalúa primero tus ventas en línea. Los expertos desaconsejan ship from store a retailers con menos de 1,5 millones de euros de facturación e-commerce y menos de diez tiendas físicas: el beneficio esperado no justifica la inversión.
La ubicación de las tiendas también es clave. El modelo funciona mejor cuando los puntos de venta están cerca de los principales clusters de clientes. Empieza por las tiendas que puedan ofrecer entregas en el mismo día o al día siguiente.
Implantar ship from store implica costes adicionales:
Valora también si tu plantilla actual puede asumir el nuevo volumen en horas de baja afluencia, o si necesitarás contratar refuerzos.
Las tiendas tienen espacio limitado. Asegúrate de que puedes dedicar una zona a la preparación de pedidos en línea.
La sincronización en tiempo real del inventario es crítica: el stock del almacén central debe alinearse con el de cada tienda. Necesitarás software que unifique las existencias y muestre la disponibilidad de cada artículo en todos los canales.
En resumen, ship from store aporta grandes ventajas, pero solo con la planificación tecnológica y operativa adecuada.
Para que ship from store funcione eficazmente se requiere una infraestructura digital sólida.
Cada punto de venta debe contar con:
El software de fulfillment debe ser intuitivo y ofrecer analíticas detalladas.
El sistema de gestión de pedidos es el “cerebro” del ship from store. Coordina todo el flujo, unifica la visibilidad del inventario y elige el mejor punto de preparación.
Un cliente puede comprar en tienda el último artículo justo cuando otro lo añade al carrito online. Para evitarlo:
El 44 % de los clientes abandona el carrito por plazos largos. Sé realista:
Sin gestión central surge confusión. Solución:
Es la proporción de pedidos preparados en tienda sobre el total. Los líderes logran enviar hasta dos tercios de los pedidos web desde tiendas, e incluso el 100 % de los internacionales.
Controla el indicador “click to door”, desde la compra hasta la entrega. Ship from store recorta drásticamente este tiempo.
El ship from store aumenta las ventas online un 25-30 % de media y el valor medio de pedido hasta un 20 %. Además, supone el 60 % de las ventas de fin de temporada.
El ship from store es, sin duda, una estrategia revolucionaria para integrar de forma eficaz los mundos físico y digital.
Acorta los plazos de entrega, evitando la frustración y convirtiendo un posible abandono en una experiencia satisfactoria con la marca.
Es, por tanto, una solución win-win: las empresas reducen la tasa de abandono en tienda, y los clientes obtienen sus productos como y cuando los desean, sin esperas innecesarias.