El mundo de la venta online está en constante evolución y la última tendencia que ha llegado al ecommerce es el headless commerce.
Esta nueva forma de vender online está revolucionando el ecommerce y el marketing digital, poniendo todavía más en el foco la experiencia del cliente y el recorrido del producto, todo ello mediante el uso de las nuevas tecnologías.
En este artículo te explicaremos lo que es el headless commerce, sus diferencias con respecto al ecommerce tradicional, sus ventajas e inconvenientes, así como las mejores plataformas para explorar estas nuevas posibilidades para la venta online.
Del inglés headless (sin cabeza) se trata de un concepto que separa el front end de la tienda online (la "cabeza" del comercio electrónico) o la parte que el cliente ve y con la que interactúa, del back end, es decir, la parte relacionada con la gestión del producto y la programación de la infraestructura.
El back end de un sitio web de comercio electrónico es el lugar donde se almacenan todas las fichas de producto, características, precios, etc. Permite gestionar todo el ecommerce y controlar la zona visible para los visitantes, es decir, el front end, la interfaz de usuario.
Si hasta ahora con la tecnología tradicional estas dos realidades estaban unidas y directamente conectadas, con el headless commerce es posible separarlas.
Esta tecnología permite acceder a los datos y funcionalidades de la tienda online a través de API utilizando cualquier interfaz front-end, como una página web o una app móvil.
De este modo los clientes podrán realizar transacciones desde cualquier lugar en que hayan visto el producto y disfrutar de una experiencia de compra más rápida y personalizada. Los programadores, por su parte, podrán trabajar en el back-end utilizando el lenguaje de programación de su preferencia, sin limitaciones en el uso de plantillas ni riesgo de perjudicar a la experiencia de usuario.
En general el modelo de headless commerce refuerza toda la estructura de la empresa, haciendo que todas las operaciones sean más ágiles, rápidas y sencillas, incluida la logística.
Pero para entender verdaderamente cómo funciona esta nueva forma de hacer comercio electrónico, debemos remontarnos al funcionamiento del ecommerce tradicional.
En el ecommerce tradicional existe una dualidad indiscutible entre el back y el front. El back end es la base de datos donde se recogen todas las funciones y procesos para la exposición y venta de productos, con sus características, formas de envío, descuentos, etc.
El front end, por su parte, es el sitio de comercio electrónico que todos vemos, es decir, la interfaz de usuario. Es el punto de contacto entre el cliente y el sitio, que permite ver y hacer un pedido a quienes desean comprar un producto.
El cliente interactúa con la tienda online siguiendo un recorrido y unos puntos de contacto.
El customer journey es el camino que recorre el cliente desde que entra en contacto con la marca hasta que compra algo. Puede tener distintas fases, como el descubrimiento del producto, la evaluación de las opciones y la decisión de compra.
Los puntos de contacto o touchpoints son los puntos en los que el consumidor interactúa con la marca. Un ejemplo puede ser visitar la web, hacer clic en un perfil de redes sociales o abrir un correo electrónico.
Es decir, el customer journey se produce a lo largo de una serie de puntos de contacto que culminan con la compra del producto.
En el ecommerce tradicional, independientemente de la estrategia de marketing online que siga la empresa, los clientes siempre serán dirigidos a la web para completar la compra y se verán obligados a abandonar la plataforma que estén utilizando en ese momento (Facebook, Instagram, correo electrónico).
Esto implica una serie de pasos a dar que dependen de la arquitectura del sitio, la plantilla, el carrito de la compra y el sistema de pago... limitaciones que no dejan mucho margen para la personalización y la innovación.
Si pensamos en el cliente, esto alarga el proceso y aumenta las probabilidades de que cuestione su compra, lo que supone un aumento de la tasa de carritos abandonados. En resumen, cuanto más largos y complejos sean estos pasos, más se reducirá la tasa de conversión.
Con el headless commerce la marca puede personalizar los touchpoints en las distintas fases del customer journey. Poder separar el front end del back end permite una mayor libertad creativa y mejora la compatibilidad con cada uno de los canales en los que se muestran los productos, como las redes sociales, los blogs o el propio sitio web.
Esta compatibilidad es posible gracias a las API. Más concretamente, el back end se comunica con el front end a través de este sistema de intercambio de información, sin emplear código directamente. Esto significa que se puede trabajar libremente en el sistema de gestión y hacer cualquier modificación en los touchpoints de forma automática, incluso fuera de la propia web.
En el headless commerce las API permiten que el front end se comunique con el back end de forma directa. Los cambios en la información y las funciones se realizan una sola vez en el back-end, y todos los front-ends que se hayan creado se actualizan automáticamente. Además, siempre se tiene acceso directo a esos cambios. A su vez, cada front end puede modificarse independientemente sin afectar al back end. Esto permite una mayor libertad, puesto que ya no hay necesidad de adaptarse a plantillas o personalizaciones preestablecidas que puedan limitar la creatividad, sino que por fin se puede innovar y probar libremente.
De este modo la experiencia del cliente será consistente en todo el customer journey, desde la app del smartphone o el smartwatch hasta las redes sociales, y podrá completar la compra desde cualquier touchpoint sin tener que salir de la plataforma que esté utilizando.
El headless commerce tiene varias ventajas, entre las que destacan:
Es decir, se puede elegir un proveedor para el carrito, otro diferente para la adquisición de datos y otro, como ShippyPro, para la logística.
Pero el headless commerce no solo tiene ventajas. Estos son sus inconvenientes:
Hoy por hoy el headless commerce sólo se recomienda a grandes marcas con webs complejas, multiplataforma y multiidioma, que vendan en múltiples canales y que quieran implementar soluciones muy creativas, personalizadas y vanguardistas.
Ahora que ya hemos aclarado qué es un headless commerce y cuáles son sus ventajas e inconvenientes, vamos a ver cómo puedes implementarlo y los pasos a seguir para construir tu propia estructura de ecommerce headless.
Todos estos pasos son complejos y deben hacerse gradualmente, primero probando pequeñas partes del sitio web, y luego aplicándolo a nivel global una vez verificado que todo funciona sin problemas.
A continuación te compartimos una lista de las mejores plataformas headless para utilizar en tu ecommerce.
Es una plataforma de experiencia digital componible que lo integra todo, desde el contenido hasta el ecommerce, y la usan marcas de la talla de L'Oréal y Puma.
En este artículo hemos visto cómo esta nueva tecnología puede revolucionar el mundo del ecommerce. Hemos analizado los pros y los contras, repasado su estructura y las plataformas disponibles para implementarla en un proyecto.
Pero siempre hay que tener en cuenta todos los factores y asegurarse de que la plataforma elegida es adecuada para el proyecto en cuestión. Para asegurarnos lo mejor es hablar con un profesional del sector.
Las estadísticas de ecommerce muestran que el headless commerce es una clara tendencia en el futuro del comercio electrónico y los empresarios deben mantenerse al día de las últimas tendencias de este sector cada vez más tendente a estrategias sociales y de omnicanalidad.
Headless commerce es una arquitectura de comercio electrónico estructurado con una tecnología innovadora que permite separar el front end (la tienda online visible) del back end, donde se almacenan todos los datos. Esta arquitectura, posible gracias a las API, ofrece múltiples ventajas en términos de desarrollo, personalización, integración multicanal y velocidad.
El headless commerce tiene varias ventajas, entre ellas que permite una mayor flexibilidad y una experiencia omnicanal completa. De hecho permite utilizar cualquier interfaz de usuario y los clientes pueden comprar productos en cualquier canal. Esto, junto con una experiencia de compra rápida y sin fricciones, aumenta la tasa de conversión. Otras ventajas son una mejor localización, la automatización de contenidos adaptados a cada canal y la recopilación de datos de los clientes.